viernes, 19 de junio de 2009

La Política

Lo más difícil ha sido intentar explicar, a los que me conocieron dedicada totalmente a la política durante más de 10 años, el por qué ya no estoy participando en política.

Quisiera ser tan clara como Oskar Lafontaine, político del Partido Socialdemócrata alemán, que en la gloria de sus triunfos políticos en 1999, presenta su renuncia irrevocable y escribe el maravilloso libro: "El Corazón late a la Izquierda", explicando los motivos que lo llevaron a tomar esa determinación. O tal vez tan profunda como Wolfang Koeppen, cuando describe a su personaje principal en "El Invernadero" y lo induce a pensar sobre su situación de congresista.

"De cada decisión dependían miles de pros y contras, como lianas, lianas de la selva virgen, la política práctica era una jungla, uno se se encontraba animales de rapiña, se podía ser valiente, se podía defender a la paloma contra el león, pero la serpiente ele mordía uno por la espalda. Por lo demás, los leones de esa selva no tenían dientes y las palomas no eran tan inocentes como zureaban, sólo el veneno de las serpientes era fuerte y bueno, y sabían matar en el momento adecuado. "

Nada me devolvió tan nítidamente a mis momentos más oscuros en la palestra política, como las letras finas de Koeppen:

"Cada vez temía más los mítines, la fea amplitud de las salas, la presión de tener que hablar al micrófono, la grotesca sensación de oír bramar por los altavoces la propia voz desfigurada desde todos los rincones, un eco hueco... Como orador no convencía. La multitud intuía que dudaba, y no se lo perdonaba. ....A muchos, las frases les saltaban de la boca como croantes ranas; pero a él le asqueaban las ranas."

Intuí en varios compañeros la confusión de la que habla Koeppen, con toda razón:

"...como el conocimiento y la justicia se habían revelado conceptos inseguros, difíciles de determinar y siempre de una magnitud entre relativa y desconocida, había aspirado al dominio y el poder. ... no quería precisamente imponer su voluntad al mundo, pero se consideraba el hombre destinado a guiarlo hacia el Bien."

A mí me asaltaban tantas dudas:

"...todo se volvía confuso en la vida política, los vientos atravesaban los partidos en todas direcciones, y sólo unos mapasmeteorológicos que nadie entendía, enigmáticas líneas de contacto entre puntos de igual calidez (que podían estar muy separados) mostraban los frentes y advertían de la borrasca y la tormenta."

Era tan difícil decidir entre tantas expectativas, tantos ojos anhelantes en espera de una salvación, la Yourcenar diría que lo que hace la pobreza tan dura no son las privaciones, tiene razón, la miseria humana no se refiere a la pobreza y de hecho somos tan miserables los humanos.

Cada cual refleja sus miserias en cada otro y nos vamos conformando en cadenas de miserias.

Me gustaría subrayar como antes, que la política es la más noble de las profesiones, el significante del servicio, la digna causa y terminar diciendo lo que mil veces repetimos: "El que no nace para servir, no sirve para vivir". Pero resulta ser que el "servicio" es tan relativo y sus motivaciones tan oscuras.

1 comentario:

SergioDB dijo...

Cuanto de bueno tiene esta tu entrada !!!
Pensaba: Que dificil es presentarse ante un público hoy y decir: " Buenas Noches, mi nombre es tal, soy Político ".
Creo que la gente ya no quiere escuchar esa palabra. No resuena bien en su interior.
Presentarse como un hombre o una mujer de la ciudad, que desconoce de un monton de cosas, de números gigantes, de nombres de calles, de una mirada muy amplia, pero .... sabe lo exacto y concreto de una problemática específica y puede aportar y ayudar con un proyecto que solucione ese problema, entonces me parece que puede empezar a decir nuevamente, esa palabra tan trillada y desgastada.

Pero bueno, es una pequeña reflexión sobre una inmensidad de tema.

Saludos y afectos.