viernes, 24 de julio de 2009

Paco Ignacio Taibo I


Hoy me he enterado, por mi sama, que el magistral Paco Ignacio I, asturiano al igual que ella, ha muerto. No me gustaría dejar pasar unas palabras a uno de los autores que me hizo vivir momentos inolvidables con su novela "Fuga, hierro y fuego". Periodista de profesión se asiló en México en 1959, llegó con una semilla, su hijo Paco Ignacio II, a quien conocí en la Universidad Autónoma de México, como mi profesor de Moviminto Obrero y asesor de tésis.

Durante los años '70, este asturiano innovador, dedicó un tiempo de su vida a escribir una novela en tres tiempos. Uno que recreara el tiempo de la ciudad de Puebla en la Colonia, con sus mil templos y sus tantos monasterios, en donde se supo hubo una rebelión de monjas en los conventos. El tiempo del propio autor con sus dudas sobre el trabajo que realizaba y sus obligaciones como padre y esposo y un tercer tiempo o espacio en donde relata la rebelión estudiantil en donde fueron masacrados y encarcelados muchos jóvenes entre ellos el propio hijo del autor.

Esta maravillosa novela, bien planteada y mejor relatada, no solo tocó supongo a muchos autores, sino que también fue inspiradora de una serie de pinturas que tuvieron mucho éxito, hecho por una pintora naiv; Carolina Kerlog. Realmente era conmovedor ver gráficamente con muñecos hechos como por niños a las monjas descritas por Paco Ignacio Taibo I, infringiéndose castigos sentadas en tremendos garbanzos calientes. Sin proporciones aquelas pinturas parecían decirte historias que por absurdas eran dignas de escenas sarcásticas.

Gracias Paco, por tan hermosos recuerdos y gracias por traer hasta mundo y dedicar tantas horas al personaje mayor en tu vida, como lo fue tu hijo. Digno personaje de encomio y yo diría diletante y prototipo del maestro sagaz y entusiasta, además de tener la mentalidad más creadora que he conocido y tenido de cerca viéndolo trabajar.

Recuerdo sus clases con especial cariño. En principio eran en su casa, porque le daba "hueva" ir a la Universidad, éramos pocos y sentados en su sala siempre comenzaba preguntando:
- Se recuerdan de aquel cabrón que se empeñó en desmotivar a la gente y fomentar la guerra contra aquellos desgraciados, pues fue el mismo hijo de puta que después traicionara al movimiento ....
Asi, con esas constantes referencia, si no habías leído o bien enterado de quien era el cabrón, el hijo de puta o los desgraciados, te jodías porque no entendías nada.
Nada fue mejor que saber por él, del movimiento sinarquista de los hermanos Flores Magón. Entusiasmada como estaba por esos maravillosos principios del movimiento Obrero, como aquella huelga de prostitutas, en donde indignadas ellas por el aumento de las rentas, quemaron los colchones en la calle, por allá en el estado de Tamaulipas. Tantas anécdotas contadas con el florido lenguaje de Paco Ignacio II, entusiasmaban a cualquiera a seguir aquella marcha interminable de datos y de fechas. Fue entonces cuando, indecisa, sobre mi tésis, Paco Ignacio me sugirió el tema sobre la liberación de las cárceles americanas de Enrique Flores Magón, quien vuelve a México al enterarse de la muerte de su hermano Ricardo. Era un momento clave de desintegración social y el proponía que de manera novelada contara como es que Enrique se pierde en la "modernidad" que aplastaba de manera contundente el aguerrido movimiento obrero para ser subsumido en la institucionalidad de un partido naciente como el PRI.

Cuando me fui a Chiapas, volví con la intención de continuar la tésis, Paco Ignacio Taibo I, siempre generoso me ayudaba, sin embargo recuerdo haberle dicho que tenía poco tiempo porque tenía que cuidar a mi hija. El me dijo que no había problema, que la llevara a su casa y así podía hacer las dos cosas y realmente quien hacía más de dos cosas era él. Lo encontré escribiendo, cuando llegué a su casa, comenzó a darme lecturas y mientras contestaba mis preguntas, escribía y aún tenía tiempo para ponerle atención a mi hija y dejarla jugando junto a él.
Alguna vez le comenté que iba a casa de Paco Ignacio a mi amiga Mónica Serna, actriz que durante mucho tiempo estuvo presente en televisión y cine y ahora dedicada al teatro. Me dijo; - Que bien me lo saludas, eso fue todo lo que dijo. Con la misma llegué a casa de Paco Ignacio y le pregunté si conocía a Mónica Serna y el, sin cambio de humor alguno, pero seco y áspero como siempre, fue me respondió: - Como no la voy a conocer, si mi mujer se fue con su marido.
¡Juazjarajuas! Eso no me lo esperaba, porque mi amiga no me había advertido nada. Prudente como soy, (cuando se me da la gana) no pregunté nada. Saliendo de ahí fui corriendo con mi amiga Mónica para que me explicara de que se trataba todo eso.
- Fue todo un escándalo, dijo, Paco se casó muy joven con una modelo y todos se lo advertimos. Yo estaba casada con Ricardo Rocha (pintor con el que estuvo casada mucho tiempo). Y nos enteramos, todos, no nada más él y yo, que Ricardo y ella se entendían, por supuesto, Paco se divorció y ahora está casado con Paloma y yo, al enterarme saqué todas las cosas de Ricardo por la ventana y asunto arreglado.
Grande fue mi sorpresa, no por todo lo que me contó mi amiga, sino por la fría y simple reacción de Paco y su sencillez al relatar lo sucedido.

En fin, quiero dejar plasmado un adiós a un grande como Paco Ignacio I y un agradecimiento a su no menos grande hijo.
Salud.



1 comentario:

Sk dijo...

Mi Sama, me he reído mucho. Ha sido un gran relato.