viernes, 2 de abril de 2010

La maldición merecida

Nueve días despúes de que Quetzalcoatl descendiera sobre la gran pirámide de Chiche Itzá para anunciar el arribo de la primavera, el gobierno del Estado de Yucatán entrega 220 millones de pesos a una de las familias ricas de Mérida, los Barbachano, dueños de varios hoteles en Mérida y en Uxmal, dicen que por la compra de Chichen Itzá, declarada Maravilla Mundial en el año 2007.
Los terrenos estaban en litigio durante varios años.   Lo reclamaban los campesinos mayas y los Barbachano.  Si vemos detenidamente la historia se equivocó, de pequeña me decían que los mexicanos eramos los dueños y herederos de grandes culturas, entre ellas, la maya.   Pues no, resulta que de casi todos los dueños de las gloriosas casas históricas en Mérida, como las casas gemelas, Chichen Itzá y Uxmal y algunas otras haciendas los verdaderos "dueños" eran los Barbachano.   Preocupación mínima ante mi bendita Constitución que según entiendo yo, la tierra, el subsuelo y las aguas pertenecen a los mexicanos todos y la podemos usufructuar mediante la compra venta, siempre y cuando no interfiera en los intereses  de la nación entendiendo como nación a los mexicanos, si este fuera el caso el Estado Mexicano podría expropiar para el usufructo colectivo.   Yo creía esto muy claro, pero resulta que este gobierno federal y el estatal, es decir entre priístas y panistas, nos han desheredado.  Me siento ahora con una identidad "comprada", la pirámide no era mexicana en realidad era de un señor, que nada tiene que ver conmigo, vamos ni con los mexicanos, se llama Hans Jurgen Thiens Barbachano, me jodí.  Jodidos todos, pero contentos de traer, a nuestra recién comprada pirámide, a un inglés.  Lo que son las cosas, los mayas trabajan para construir una pirámide que resulta ser de un alemán y se la compramos por muchos millones para que venga a cantar un inglés, ¿eso es globalización?  
Pues todo iba bien hasta que como maldición EL TINGLADO SE LES CAYÓ, jijijiji.
Presiento un maldición, una revancha, una resucitación de nuestros antepasados que se han levantado indignados ante tanta porquería, bueno, ese es mi pensamiento y con él, comienzo a soñar con hacer un guión de película sobre la maldición de Chichen Itzá, para que luego un "gringo", haga una película como la de "Momia" de las pirámides egipcias y se llene los bolsillos de dinero y cuando yo esté en una isla gozando de las regalías de la película llegue un Tzunami y muera ahogada, entre el llanto y el agua de mar, junto con un chingo de miserables, así son los finales en la vida real, los jodidos quedan más jodidos.   Pero que venga Elton Jones, total, si se cae el escenario encima de todos los de primera fila incluyendo al Hans Barbachano, la gobernadora, el que organizó todo esto etc., ese sería un buen final de película.




1 comentario:

Sk dijo...

Aunque un poco tarde y desde esta lejanía, no dudes mi Sama, que uno mis mejores maldiciones a las de los mayas, en protesta por semejante desatino. Es tan absurdo que creo que ni lo entiendo. Chichen Itzá tiene dueño. Manda güevos.