sábado, 22 de diciembre de 2012


0Chichimbre panuquero o Chancacudas
Chancacudas
Ingredientes:2 1/2 tazas de harina
2 cucharadas cafeteras de polvo de hornear
1 pizca de carbonato
1 barra de piloncillo rallado
2 huevos
1 taza de manteca vegetal
1/4 de vaso de leche
1 pizca de sal

Procedimiento:
Cierna la harina con el polvo de hornear, el carbonato y la sal; forme una fuente y en su centro ponga el piloncillo rallado, los huevos y la manteca. Mezcle todo. Añada la leche y amase la pasta.
Extienda la pasta hasta que tenga 5 cm de espesor y acomódela en un molde engrasado; hornéela a calor medio hasta que se cueza.
Sáquela y córtela en cuadritos.

miércoles, 27 de junio de 2012

Miss Mini-malismos


Ojalá los "malismos" fueran menos, pero resisto a pesar de las operaciones y espero que ya sean "minis".
Igual hoy me quejo pero en realidad quiero expresar un deseo profundo que me ha rondado en la cabeza durante varios años y no había podido concretar.  Navegando en la red, como siempre, me encontré esta nueva moda el "Minimalismo".  Pensé que era un estilo arquitectónico o de diseño de interiores y resulta que se ha convertido en toda una forma de vida.
Hace tiempo en que vengo pensando en desprenderme de todo lo que me estorba, propiedades, objetos y más objetos que me ahogan y vivir de manera "austera", era la manera que yo buscaba "austeridad", resultó que por austeridad no encontré nada, sino que ahora es "minimalismo" o lo que es lo mismo vivir "muy bien", con poco y para ello requieres de la mejor calidad, es decir, no es una moda barata, ni resultante de la necesidad, sino de personas que viven "bien" y dicen tener "consciencia", sin embargo todo comenzó con la crisis y el desempleo, hay quienes no nos gusta vernos miserables, entonces racionalizamos y vivimos mini.   Bueno lo mío no viene de ahí, sino de esta necesidad más profunda de "ser", antes que "tener", de desprenderte de lo que te distrae de lo verdaderamente importante.  Hasta ahí iba bien, ser antes que tener, el problema vino en definir ser y cuánto debo tener. Estoy en eso, haciendo un enorme ejercicio para decidir si realmente necesito todo lo que tengo o de lo que tengo cuánto puedo prescindir.
Quiero a partir de hoy comenzar a realizar una bitácora de mis avances.

sábado, 25 de febrero de 2012

jueves, 23 de febrero de 2012

Venerable Anciana a mis sesentas

Las Naciones Unidas considera "anciano" a toda persona mayor de 65 años en los países desarrollados y de 60 para los países en vías de desarrollo.  Como vivo en México, que es un país en vías de desarrollo, soy una venerable anciana. ¡Vaya! Las cuestiones geográficas, si viviera en Europa, aún no sería anciana.   Por otro lado, me sorprende también las políticas públicas, porque ahora resulta que en México, lo que era el Instituto Nacional de la Senectud (INSEN), pasó a ser INAPAM, Instituto Nacional para las Personas Mayores. Veamos esto más detenidamente, porque es interesante.  La palabra senectud, proviene del latin "sententia", es decir, el juicio y la opinión, el buen sentimiento y la sensatez, pero parece ser que al señor presidente de las botas el tal Fox, que asume la presidencia dos años antes de tener cabida en el INSEN, le da por negar su edad y condición y en lugar de senectud, nos quiere vender la idea de que los que cumplen 60 son "Adultos Mayores en Plenitud" y cambia el nombre de INSEN por INAPLEN, para corregir tal descalabro, queda hoy asentado como INAPAM, es decir de no haber llegado Fox, yo sería una mujer en senectud y tal vez la sensatez hubiera tenido cabida en mí y si hubiera cumplido mis 60 años con Fox, sería una Adulta en Plenitud y en estos momentos estaría plena, pero hoy soy un persona mayor simplemente y a secas, aunque para el mundo y frente a las Naciones Unidas yo soy un anciana, lo de venerable me lo he puesto yo solita para mandar al carajo a los políticos mexicanos a las Naciones Unidas y al mundo entero, porque ciertamente y al fin me entró el juicio, la opinión y la sensatez, estoy trabajando sobre el "buen sentimiento", eso por lo que despiertan en mí los políticos y sus "politiquerías".  Cuando al fin harán una política pública en México, decente, coherente, sin "senciblerías" ni paternalismos.  Los ancianos, no merecen ser "ensalsados", ni degradarnos al grado de vernos con lástima, carencia o necesidad de apoyo.  Los ancianos merecemos lo que nos hemos ganado, personalmente cada quien tendrá su propio cielo o su propio infierno pero socialmente hemos contribuído lo suficiente al Estado, como para que éste retribuya de alguna forma nuestro esfuerzo.  Trabajamos, algunos procreamos, pagamos impuestos, participamos, durante por lo menos 40 o más años.
Lo cierto es que hay una etapa de vida en que nos enfrentamos con grandes cambios: ya no somos tan fuertes como solíamos ser, los padecimientos se convierten en un problema, los hijos se van de casa, las personas que amamos mueren, etc.  Esto es así, ni bueno ni malo, ni mejor ni peor, es como es.  No aceptarlo, nos hace más torpes, ansiosos y desesperados.  Sin embargo, en cada cultura y época histórica la ancianidad se ha visto de diferente manera.  En la época en que vivimos en donde el consumo nos rige, no somos importantes, porque solemos consumir menos.  Los anuncios van dirigidos a los y las jóvenes exitoso/as, es decir que tengan capacidad de compra y entonces resulta que los viejos ya nos son tomados en cuenta, si nos dejamos llevar por esta visión, tendríamos que hacer hasta lo imposible por negar la edad y nunca pasar de los 59, edad límite y altamente conveniente.  Así que ante esta circunstancia me quedan de dos sopas; reconozco mi vejez o me gasto mi legado en cirugías plásticas y cosméticos para encubrir las posibles evidencias de mis 60'as.   Por si son peras o manzanas hoy fui a sacar mi credencial del INAPAM, eso me da derecho a pedir descuentos en varios lugares, lo cual es ganancia, lo indignante es ver:
1.- Oficinas raquíticas de tan cacareado Instituto
2.- Tienes que llevar tu "fotito"
3.- Máquinas de escribir del siguiente año en que me gradué de la secundaria
4.- Una "credencial" chafa de cartulina y que te cobran cinco pesos por enmicarla
5.- Enterarme que al infame Instituto, en Yucatán lo dirige un idiota con cara de animal de 31 años que se la pasa poniendo en el facebook lo mucho que ama a su recién adquirida mujer colombiana y lo curioso es que si vas al facebook de la colombiana mencionada, tiene más información sobre el INAPAM, de lo que menciona su marido.  Digo yo ¿porque carajos hacen públicas sus miserias?, bien podría tener una hermosa página informativa del instituto que supuestamente dirige y poner su facebook privado y no hacer públicas sus intimidades.

Es el colmo que un Instituto del Estado, como el de Yucatán que tiene tanta deuda, no haya podido destinar unos miles de pesos (y estoy hablando de no más de 50 mil pesos) en una máquina como la que
tienen en esas tiendas de cobro y que te dan tu credencial en PVC, ahí mismo te sacan la foto y no tardan más que cinco minutos.   El proceso de mi credencial en el INAPAM, me llevó más de cuarenta minutos, ¿puedes creerlo?
Donatelo, llego a la siguiente conclusión para no cansarte; ser viejo en México es una porquería, más vale que mejor nos vayamos a cenar y a dormir.

martes, 17 de enero de 2012

Miss Soledades

Esta mi deseada soledad me está poniendo melancólica.  Creo que añoro las tardes con mi abuela, los juegos con mis hermanos, los no muy sabios consejos de mi madre y el inconmensurable amor que mi padre sentía por mi.
Si Donatelo, ser "adulto en plenitud" por no decir venerable anciana, pesa.  Cumpliré 60 años y hoy que fui con mi hija de 25 al Starbucks, el chico que atendía me preguntó si era mi nieta.  No me ofendió, le dije que si, de verdad podría ser mi nieta.  Mi cabello cano, mis adorables y permanentes arruga y mi andar pausado, me avisan que esa comezón constante por esperar de la vida, afortunadamente ha pasado.  Hoy, me dedico a disfrutar y a agradecer lo que tuve y lo que tengo.  Solo me hace falta algo muy difícil por hacer: Perdonar.  Y estoy en eso, pero cuesta tanto trabajo, tú como gato lo debes de saber, tal vez si fueras un perro podrías, pero un humano tiene de gato y de perro, el diablo y el ángel, el negro y el blanco, lo bueno y lo malo y el equilibrio no siempre se logra, pero cuando se trata de dejar atrás el ego y vivir en el aquí  y en el ahora, fracasamos muy fácilmente, aunque la vejez me ayuda, el miedo me vence, me paraliza y me defiendo, no se de qué.  Creo que a lo que más temo es a hacer el ridículo, depender de alguien, tener una enfermedad larga y dolorosa... etc.  Lo cual, si lo pienso, parecen tonterías.  Veamos; el ridículo lo he hecho muchas veces y no me ha matado ni me ha dolido.  No puedo escoger mi muerte ni las enfermedades, entonces ¿para que me preocupo?
Si lo sé Donatelo, los humanos somos complejos pero interesantes.  Dímelo tu, si no fuera así ni tu ni yo tendríamos esta conversación tan pendeja a las tres de la mañana.  Esperemos que el sueño nos despeje la mente y mañana hagamos cosas productivas, creativas y sobre todo divertidas y si no... igual: "We'll always have Paris"