Memorias de Adriano
Animula, vagula, blandula Hospes comisque corporis Que nunc abibis in loca Pallidula, rigida, nudula, Nec, ut soles, dabis Pocos | Mínima alma mía, tierna y flotante/ huésped y compañera de mi cuerpo/ donde habrás de renunciar a los juegos de antaño |
"El paisaje de mis días parece estar compuesto, como las regiones montañosas, de materiales diversos amontonados sin orden alguno. Veo allí mi naturaleza, ya compleja, formada por partes iguales de instinto y de cultura. Aquí y ella afloran los granitos de lo inevitable por doquier, los desmoronamientos del azar. Trato de recorrer nuevamente mi vida en busca de un plan, seguir una vena de plomo o de oro, o el fluir de un río subterráneo, pero ese plan ficticio no es más que una ilusión óptica del recuerdo."
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En este segundo capítulo Adriano comienza hablando de sus origenes, comenzando por su abuelo, Marulino, a quien veía distante pero sabio: "Mi abuelo Marulino,...me concedía el mismo afecto sin ternura, sin signos exteriores y casi sin palabras, que tenia por los animales..." Participó en actividades públicas, la gente le temía y tenía fama de brujo pero gozaba de un poder sobre los animales y en las noches dedicaba largas horas viendo las estrellas: "Para él los astros eran puntos inflamados, objetos como las piedras y los lentos insectos de los cuales también extraía presagios, partes constitutivas de un universo que abarcaba las voluntades de los dioses, la influencia de los demonios y la suerte reservada a los hombres."(Pag. 32). Al parecer el abuelo pudo leer en los astros y las línea de sus manos que sería el Emperador: "Una noche vino a mí, se sacudió para despertarme y me anunció el imperio del mundo con el mismo laconismo gruñón que hubiera empleado para predecir una buena cosecha..." (pag. 32). Me detuve aquí sobre la voluntad de los dioses, la intervención de los demonios y la suerte de los hombres. ¿Será acaso eso la vida voluntad, intervención y suerte?
El padre de Adriano, muere cuando Adriano tenía 12 años, y es a esa edad cuando se va a Roma para encontrarse con su tutor. Un emperador romano debería de nacer en Roma, pero Adriano nace en Itálica; "El verdadero lugar de nacimiento es aquel donde por primera vez nos miramos con una mirada inteligente; mis primeras patrias fueron los libros." (pag. 34). No apreció particularmente la Escuela en Roma; "proporcionaba una enseñanza mediocre sobre filosofía y los poetas,... los maestros ejercían sobre los alumnos un despotismo que yo me avergonzaría de imponer a mis hombres;... encerrados en los estrechos límites de su saber, cada uno despreciaba a sus colegas que poseían otros conocimientos igualmente estrechos....y a ellos se agregaba la brutalidad de la infancia." (pag.35). Recuerda con nostalgia pero con admiración a los poetas leídos.
A los 17 años su tutor Acilio Atiano, le envió a Atenas con el sofista Iseo, en donde amplió sus conocimientos en la ciencia y en el campo de la medicina, sin embargo dice haber amado muy poco la juventud, "y la mía menos que ninguna otra."
Añora y regresa a Roma para encontrarse con un cambio de régimen donde la "honestidad política ganaba la partida con ayuda de estratagemas asaz turbias." (pag.40) Ahí fue nombrado Juez del Tribunal encargado de los litigios sucesorios. Es durante esa época en donde conoce más sobre el ser humano. Siendo juez; "Me esfuerzo pues para que mi actitud esté tan lejos de la fría superioridad del filósofo como de la arrogancia del César. Los hombres más opacos emiten algún resplandor: ...Y pocos hay que no puedan enseñarnos alguna cosa. Nuestro gran error está en tratar de obtener de cada uno en particular las virtudes que no posee. descuidando cultivar aquellas que posee." (pag. 42). Considera haber amado y buscado más la libertad que el poder, aunque el poder da cierta clase de libertad.
"De haberse prolongado en exceso, esa vida en Roma me hubiera agriado, corrompido o gastado. Me salvó el reingreso en el ejército..." (pag.45) ...el soldado eclipsaba por completo al estadista; los trabajos forzados y las requisiciones daban lugar a abusos que no asombraban a nadie." (pag. 47). Durante esa época viajó y mucho y se maravilló con los nuevos paisajes, así como las culturas diferentes. Es curiosos lo que piensa de los negociantes por que es lo mismo que pienso yo; "En Odessos, un negociante me regaló una piedra verde... al parecer una sustancia procedente de un inmenso reino cuyos bordes había costeado, y cuyas costumbres y dioses no habían despertado el interés de aquel hombre sumido en la estrechez de su ganancia." (pag.49). Sin embargo se da cuenta de que esa libertad deseada, es una mera quimera y que siempre habrá ese cordón umbilical que lo lleve al centro de los acontecimientos.
A través de la escritura de Marguerite y con Adriano de la mano he comprendido la vida militar. Vivió Adriano la experiencia de pertenecer al culto de Mitra; "...me conquistó un momento por las exigencias de su arduo ascetismo, que tendía duramente el arco de la voluntad, por la obsesión de la muerte, del hierro y la sangre, que exaltaba al nivel de explicación del mundo la aspereza trivial de nuestras vidas de soldados." "... aquellos ritos bárbaros, que crean entre los afiliados vínculos de vida y de muerte, halagan los mas íntimos ensueños de un joven ansioso de presente, incierto ante el porvenir y por ello mismo abierto a los dioses." (pag. 53). "Cada uno de nosotros creía escapar a los estrechos límites de condición de hombre, se sentía a la vez él mismo y el adversario, asimilado al dios de quien ya no se sabe si muere bajo forma bestial o mata bajo forma humana." Sin embargo se da cuenta del peligro que tienen esas sociedades secretas para las mentes débiles y termina por reprimirlas durante su gobierno.