viernes, 26 de julio de 2024

70 años de Memorias de Adriano o los amigos del emperador | Tierra Adentro

Memorias de Adriano

MARGUERITE YOURCENAR
TRADUCCIÓN JULIO CORTÁZAR
    
    
     El primer capítulo del libro titulado "Animula, vagula, blándula" en latín el ula es un diminutivo, se podría traducir como "Almita errante y blandita" que viene del verso atribuido a Adriano y traducido por Cortázar:              

Animula, vagula, blandula

Hospes comisque corporis

Que nunc abibis in loca

Pallidula, rigida, nudula,

Nec, ut soles, dabis

Pocos

Mínima alma mía, tierna y flotante/ huésped y compañera de mi cuerpo/ donde habrás de renunciar a los juegos de antaño

            Pareciera un lamento a esa vida que se le está escapando al Emperador Adriano y decide escribir una carta a Marco Aurelio, primo y sucesor en el poder; y este memorable libro epistolar, comienza precisamente  así;
    "Querido Marco:"
        Adriano comienza haciéndose consciente de su deteriorado cuerpo y de su muerte inminente:
        "Esta mañana pensé por primera vez que mi cuerpo, ese compañero fiel, ese amigo más seguro y mejor conocido que mi alma, no es más que un monstruo solapado que acabará por devorar a su amo.   Haya paz... Amo mi cuerpo, me ha servido bien..." 
        Recuerda las hazañas de juventud en los días de cacería y cómo su caballo Borístenes formaba parte de él mismo:  "Mi caballo reemplazaba las mil nociones vinculadas al título, la función y el nombre, que complican la amistad humana, por el único conocimiento de mi peso exacto de hombre."  
        Hace un recuento de los placeres y los vicios y cómo, a pesar de que el comer demasiado era un vicio romano, no se dejó llevar por la voluptuosidad, ni cayó en la trampa del ascetismo ramplón del vegetarianismo; "...preguntarme en qué difiere esencialmente el sufrimiento de la hierba segada del de los carneros degollados, y si nuestro horror ante las bestias asesinadas no se debe sobre todo a que nuestra sensibilidad pertenece al mismo reino."
        Cuando se vuelca a hablar de los vicios no está de acuerdo con los moralistas  en poner al amor erótico en los mismos goces llamados groseros como el comer y el beber, porque como bien dice Adriano; "De todos nuestros juegos, es el único donde el jugador se abandona por fuerz
a al delirio del cuerpo.  No es indispensable que el bebedor abdíque de su razón, pero el amante que conserva la suya no obedece del todo a su dios."   El descubrir al otro a través del cuerpo no es un simple placer; "Las palabras engañan, puesto que la palabra placer abarca realidades contradictorias, comporta a la vez las nociones de tibieza, dulzura, intimidad de los cuerpos y las de violencia, agonía y grito."
        "El juego misterioso que va del amor a un cuerpo al amor de una persona me ha parecido lo bastante bello como para consagrarle parte de mi vida."
        Adriano hace una apología hermosa del amor carnal y nos dice:
"He soñado a veces con elaborar un sistema de conocimiento humano basado en el erótico, una teoría del contacto en la cual el misterio y la dignidad del prójimo consistirían precisamente en ofrecer al Yo el punto de apoyo de ese otro mundo.  En una filosofía semejante, la voluptuosidad sería una forma más completa, pero también más especializada, de este acercamiento al Otro, una técnica al servicio del conocimiento de aquello que no es uno mismo."    Seducir al otro es más que un "simple juego de la carne, una invasión de la carne por el espíritu." 
        Entiendo muy bien cuando habla sobre la belleza, yo que soy apasionada de la belleza, nos dice "El catador de belleza termina por encontrarla en todas partes".
        Se da cuenta de lo extenso de la carta y termina diciéndole que no sabe exactamente donde lo llevará la narración pero: "Cuento con este examen de hechos para definirme, quizá para juzgarme, o por lo menos para conocerme mejor antes de morir" aunque sabe que su primo de 17 años, en es entonces, probablemente no lo entienda.    "Como todo el mundo, solo tengo a mi servicio tres medios para evaluar la existencia humana el estudio de mí mismo, que es el más difícil y peligroso, pero también el más fecundo de los métodos; la observación de los hombres, ... y los libros, con los errores particulares de perspectiva que nacen entre sus líneas.  ...La palabra escrita me enseñó a escuchar la voz humana, un poco como las actitudes inmóviles de las estatuas me enseñaron a apreciar los gestos.  En cambio y posteriormente, la vida me aclaró los libros."
        "Pero los escritores mienten, aún los más sinceros."
E4302-Adriano, emperador (Nîmes) | Escultura de época actual… | Flickr

"El paisaje de mis días parece estar compuesto, como las regiones montañosas, de materiales diversos amontonados sin orden alguno.  Veo allí mi naturaleza, ya compleja, formada por partes iguales de instinto y de cultura.  Aquí y ella afloran los granitos de lo inevitable por doquier, los desmoronamientos del azar.  Trato de recorrer nuevamente mi vida en busca de un plan, seguir una vena de plomo o de oro, o el fluir de un río subterráneo, pero ese plan ficticio no es más que una ilusión óptica del recuerdo."


Como no amar a la mujer que fue capaz de emocionarme hasta las lágrimas, de llegar a comprender el peso de la vejez sobre un cuerpo que se creía hábil y completo, como no entender la necesidad de revisar tu vida y mirarla con ojos diferentes a pesar de ser los mismos.


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En este segundo capítulo Adriano comienza hablando de sus origenes, comenzando por su abuelo, Marulino, a quien veía distante pero sabio: "Mi abuelo Marulino,...me concedía el mismo afecto sin ternura, sin signos exteriores y casi sin palabras, que tenia por los animales..."  Participó en actividades públicas, la gente le temía y tenía fama de brujo pero gozaba de un poder sobre los animales y en las noches dedicaba largas horas viendo las estrellas: "Para él los astros eran puntos inflamados, objetos como las piedras y los lentos insectos de los cuales también extraía presagios, partes constitutivas de un universo que abarcaba las voluntades de los dioses, la influencia de los demonios y la suerte reservada a los hombres."(Pag. 32). Al parecer el abuelo pudo leer en los astros y las línea de sus manos que sería el Emperador:  "Una noche vino a mí, se sacudió para despertarme y me anunció el imperio del mundo con el mismo laconismo gruñón que hubiera empleado para predecir una buena cosecha..." (pag. 32).  Me detuve aquí sobre la voluntad de los dioses, la intervención de los demonios y la suerte de los hombres. ¿Será acaso eso la vida voluntad, intervención y suerte? 

El padre de Adriano, muere cuando Adriano tenía 12 años, y es a esa edad cuando se va a Roma para encontrarse con su tutor.  Un emperador romano debería de nacer en Roma, pero Adriano nace en  Itálica; "El verdadero lugar de nacimiento es aquel donde por primera vez nos miramos con una mirada inteligente; mis primeras patrias fueron los libros." (pag. 34).  No apreció particularmente la Escuela en Roma; "proporcionaba una enseñanza mediocre sobre filosofía y los poetas,... los maestros ejercían sobre los alumnos un despotismo que yo me avergonzaría de imponer a mis hombres;... encerrados en los estrechos límites de su saber, cada uno despreciaba a sus colegas que poseían otros conocimientos igualmente estrechos....y a ellos se agregaba la brutalidad de la infancia." (pag.35). Recuerda con nostalgia pero con admiración a los poetas leídos.

A los 17 años su tutor Acilio Atiano, le envió a Atenas con el sofista Iseo, en donde amplió sus conocimientos en la ciencia y en el campo de la medicina, sin embargo dice haber amado muy poco la juventud, "y la mía menos que ninguna otra."   

Añora y regresa a Roma para encontrarse con un cambio de régimen donde la "honestidad política ganaba la partida con ayuda de estratagemas asaz turbias." (pag.40) Ahí fue nombrado Juez del Tribunal encargado de los litigios sucesorios.  Es durante esa época en donde conoce más sobre el ser humano.  Siendo juez; "Me esfuerzo pues para que mi actitud esté tan lejos de la fría superioridad del filósofo como de la arrogancia del César.  Los hombres más opacos emiten algún resplandor: ...Y pocos hay que no puedan enseñarnos alguna cosa.  Nuestro gran error está en tratar de obtener de cada uno en particular las virtudes que no posee. descuidando cultivar aquellas que posee." (pag. 42). Considera haber amado y buscado más la libertad que el poder, aunque el poder da cierta clase de libertad.

"De haberse prolongado en exceso, esa vida en Roma me hubiera agriado, corrompido o gastado.  Me salvó el reingreso en el ejército..." (pag.45) ...el soldado eclipsaba por completo al estadista; los trabajos forzados y las requisiciones daban lugar a abusos que no asombraban a nadie." (pag. 47). Durante esa época viajó y mucho y se maravilló con los nuevos paisajes, así como las culturas diferentes.  Es curiosos lo que piensa de los negociantes por que es lo mismo que pienso yo; "En Odessos, un negociante me regaló una piedra verde... al parecer una sustancia procedente de un inmenso reino cuyos bordes había costeado, y cuyas costumbres y dioses no habían despertado el interés de aquel hombre sumido en la estrechez de su ganancia." (pag.49).  Sin embargo se da cuenta de que esa libertad deseada, es una mera quimera y que siempre habrá ese cordón umbilical que lo lleve al centro de los acontecimientos.

A través de la escritura de Marguerite y con Adriano de la mano he comprendido la vida militar.  Vivió Adriano la experiencia de pertenecer al culto de Mitra; "...me conquistó un momento por las exigencias de su arduo ascetismo, que tendía duramente el arco de la voluntad, por la obsesión de la muerte, del hierro y la sangre, que exaltaba al nivel de explicación del mundo la aspereza trivial de nuestras vidas de soldados."   "... aquellos ritos bárbaros, que crean entre los afiliados vínculos de vida y de muerte, halagan los mas íntimos ensueños de un joven ansioso de presente, incierto ante el porvenir y por ello mismo abierto a los dioses." (pag. 53).     "Cada uno de nosotros creía escapar a los estrechos límites de condición de hombre, se sentía a la vez él mismo y el adversario, asimilado al dios de quien ya no se sabe si muere bajo forma bestial o mata bajo forma humana."      Sin embargo se da cuenta del peligro que tienen esas sociedades secretas para las mentes débiles y termina por reprimirlas durante su gobierno.