La clase de griego
Kang Han,
premio novel de literatura 2024
Quisiera asirte antes de que te me escapes de mi memoria y pierda esta hermosa sensación de nostalgia por lo bello y por lo humano. Kanga Han es de esas escritoras que son capaces de desnudarte el alma y ofrecerte una caricia de consuelo.
En un tiempo en donde la comunicación se desvanece, se acorta, en la que esperamos que el otro se calle para establecer un gran monólogo personal en el que nos sentimos satisfechos pero que en realidad no nos interesa el diálogo, simplemente hay palabras sin que nos interese lo que el otro tiene que decirnos, surge esta maravillosa novela con una prosa poética insuperable, sobre un hombre que se está quedando ciego y una mujer que no puede hablar.
Si no podemos entender al mundo, nos aislamos y es en esa terrible soledad en la que estos dos seres se encuentran. La autora nos pone dos voces diferentes para cada uno de los personajes, la primera sin habla es narrada por una tercera persona, el segundo que se está quedando ciego se narra en primera persona. Desde su construcción la novela rompe el paradigma de la escritura, utilizando tiempos difusos, voces diferentes y hechos sin explicaciones y sin embargo la narrativa se te incrusta en el alma y cada frase te lleva a sentir esa emoción por la que están pasando esos entrañables personajes, que curiosamente, no tienen nombre, solo es la mujer que no puede hablar y el hombre que se está quedando ciego, tal vez como un símil de esta humanidad que ha perdido estructura y está en busca de al menos otra forma de comunicarnos.
Lo peor que le puede ocurrir a un ser humano es la incomunicación individual o grupal como especie, en este tiempo nos escuchamos poco, hablamos y escuchamos a que se calle el otro para establecer un gran monólogo personal con el que nos sentimos satisfechos, pero que en realidad no nos interesa si se aporta algo al diálogo, sin interesar os o preguntarnos qué quiere decir el otro. Ni siquiera hay la intención comunicarse, se nos va la capacidad del encuentro y es por ello que la clase de griego nos regresa a la reflexión. Hwang Kang, nos invita a mirarnos con es prosa poética maravillosa, altamente recomendable como lectura imperdible.
1 comentario:
Hermosa reseña de un libro que disfruta mucho. Gracias
Solo alguien que se sabe va a perder algo, es capaz de apreciar, de interiorizar, de filosofar.
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