martes, 30 de julio de 2024

Soledad

            No me siento sola, me siento no acompañada, que no es lo mismo. A mi alrededor hay mucha gente que estoy segura que me aman y están pendientes de mi, sin embargo no me siento feliz si quisiera compartir mis temores, mis dolores, mis inquietudes, es decir si llego a contar lo que me pasa, generalmente los otros se preocupan en demasía y quieren solucionar o resolver lo que me sucede y no es eso lo que me importa, solo quiera ser comprendida es decir un; si te entiendo, o cómo es eso. Es decir que me dejen hablar sin juzgar y sin querer solucionar lo que solo yo puedo solucionar, pero hablarlo forma parte de la solución y de la dispersión del dolor, por eso la escritura es una gran ayuda como hoy.

        Me siento estafada y no tengo a quien echarle la culpa más que a mí misma.  El torpe Aluminiero que vino, me convenció de hacer una puerta para los perros y su cotización fue muy cara. Primero, yo de idiota que me dejé convencer creyendo que sería más suave de lo que realmente fue. segundo, porque no pedí una nueva cotización si se me hizo muy cara.  Después de haber pagado y ver el trabajo no me gustó y se me hizo muy caro.  Esa noche no dormí, pero logré desprenderme del sentimiento de haber gastado tanto y decidí olvidarme de eso pero pedir al tipo que quitara la puerta.   El tipo dijo que sí pero se hizo el tonto durante dos semanas para hacer el trabajo.  Al fin dijo venir pero querer cobrar la gasolina cuando habíamos quedado que no cobraría nada.  Llegó y me quizo cobrar trescientos pesos y desde luego le dije que le transferiría el dinero pero he decidido no hacerlo.  Me siento estafada por el y por eso muy tonta y me dio miedo que el tipo quisiera vengarse de alguna manera.  Al fin quité esos idiotas pensamientos y me relajé, no voy a pagarle nada y si me dice algo ya tengo argumentos para no pagar.

        Aún no me reponía de ese gasto idiota, cuando me doy cuenta de que la secadora no sirve y desde luego tendré que comprar otra, además de hacer el gasto del domo que se rompió, pero ya decidí que sea malla sombra,  el ingeniero no me ha dado la cotización a pesar de que se la he pedido varias veces y me d largas.  Y toda esta monería:

  • Mi idiotez de haber aceptado un trabajo tan caro del aluminiero
  • El gasto de una nueva secadora
  • El gasto de la malla sombra y quien la coloque
Se junta con el hecho de que mi hija seguramente ya no podrá ayudarme con los gastos porque está por comprarse un carro y eso no me molesta, ni creo que me afecte, al contrario estoy feliz porque va a estrenar un auto que ellas escogió, mi angustia es no poder ayudarla a pagarlo si alguna vez se atora por algo.

         Es pues un sentimiento de preocupación con felicidad con regaño a mi misma y necesidad de que alguien me abrace y me diga:  No pasa nada  todo va a estar bien



   







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