miércoles, 31 de julio de 2024

Una primera novela

O Peter Pan para adultos decepcionados

        Me da la impresión de que con esta primera novela Amélie Nothomb marca claramente su poco apreciado cambio de la infancia a la adolescencia, convertirse en mujer no fue tal vez tan divertido como ser una niña feliz y apasionada, como se distingue en su segundo libro autobiográfico "El sabotaje Amoroso".    Por otro lado plasma el desprecio por la humanidad conformista y la marca como la era de la mala fe, a través de las palabras de su incómodo personaje principal.
    
    Nos narra la vida de un escritor octogenario, premio novel de literatura; Prétextat Tach,  que está muriendo de un raro cáncer y que nunca había permitido entrevistas y por su eminente muerte, despertó gran interés por entrevistarlo, su representante, da cita a algunos periodistas para dar una primera y última entrevista.
   
     El personaje es descrito como un "sedentario adiposo, que hacía años no se podía mover por sí solo y estaba recluido en departamento, solo asistido por una enfermera, su representante y algunos proveedores que no tenían contacto con él:   "Si vivo solo, no es tanto por amor a la soledad como por odio al género humano." (pag.61)
   
     Comienzan las entrevistas programadas, que tienen que ser grabadas y en el entendido de que como él dice "un novelista es una persona que plantea preguntas no que las responde" (pag.12).   Pretextat, se muestra sarcástico, grosero y termina por expulsar a los periodistas, quienes se van asqueados de las respuestas que les ha dado y el cómo los ha tratado. Dice odiar a las mujeres más que a los hombres porque son víctimas de sí mismas:  "Si desea conocer lo más vil y despreciable de los sentimientos humanos, examine los que alimentan las mujeres hacia las demás mujeres...." (pag. 62).    Sin embargo es precisamente una periodista mujer que al final termina doblegando sus osadías y descubre el cómo y el porque asesinó a su prima cuando ella tenía 15 años y el 17.

    A pesar de la crudeza de sus palabras para definir personajes y sentimientos, terminan siendo paisajes acabados y embellecidos.  Encontrar por ejemplo la procreación, como un destino inevitable de las mujeres, le parece una atrocidad y por ello es mejor quedarse eternamente como niño.  Hay en el libro esa necesidad de no crecer como en Peter Pan y de esa manera no encontrarse con las dificultades y los horrores de los adultos y de:  "La era de la mala fe...deslealtad, la hipocresía, la perfidia.  En primer lugar, tener mala fe significa mentirse a sí mismo,... tienen una vida de mierda con un trabajo de mierda, viven en sitios espantosos con personas horribles y llevan la abyección hasta el extremo de llamarle a todo eso felicidad." (pag.65).   Sus palabras me hicieron recordar a tantos libros de autoayuda y la ramplona creencia de que deseando y mentalizando todo se va a arreglar, cuando realmente si no nos rebelamos dejaremos de ser humanos para normalizarlo todo.

    Un libro que te hace mover la conciencia, que tal vez incomode pero por lo mismo es necesario leerlo, que te lleva a las puertas del infierno con la advertencia de pararte antes de abrirla... y aún nos queda preguntarnos ¿dónde queda el amor?
   

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vaya, suena interesante. Gracias